
Los estudiantes observan el entorno cercano para identificar distintos tipos de desechos y sus lugares de acumulación. Mediante la indagación y el registro de datos, reconocen patrones de contaminación y reflexionan sobre las causas del problema ambiental en su comunidad.
A partir del análisis de la información recolectada, los estudiantes clasifican los desechos y reconocen las estrategias de reducción, reciclaje y reutilización. Se promueve la reflexión crítica sobre los hábitos de consumo y la búsqueda de soluciones sostenibles adaptadas al contexto escolar.

Los estudiantes sistematizan los resultados obtenidos durante la salida a terreno mediante tablas y gráficos. Analizan las principales tendencias y comunican conclusiones que permiten comprender la magnitud del problema y orientar futuras acciones ambientales.
Los grupos elaboran propuestas para mejorar el manejo de desechos en la escuela y diseñan campañas comunicacionales que promueven la participación de toda la comunidad educativa. Se fomenta el trabajo en equipo, la creatividad y el compromiso ambiental colectivo.
